Mariana cuenta de su tia
Mi tía Alcira
Cirín, Lila, Alcirita y hasta "La tía Talla" como le decía Julián, eran los apelativos cariñosos con que la llamábamos.
Tengo un recuerdo vago del día de su matrimonio con "el Chato Segura", estábamos muy pequeños, jugábamos en la terraza de lajas grises a la entrada de la casa de Interlaken y había una gran algarabía de contento en la sala, muy seguramente eran todos Interlakeños. Ella vino de Bogotá a vivir en nuestra casa y a trabajar en la Clínica Minerva. Mery Muñoz de Echeverry, Cupertino Criales, El Chato Segura y ALcira, fueron mis padrinos de bautizo. Era una mujer enérgica, organizada, buena compañía y alchueta con nuestras travezuras. Todos mis hermanos, incluida yo, tuvimos la oportunidad de disfrutar maravillosos días de campo, así fuera entre semana y en el colegio, amén de las vacaciones, con ella, El Chato, Juan Manuel y Patricia, en la Hacienda El Zorro donde viveron por muchos años y de los cuales tengo recuerdos imborrables. También cuando nos mandaban a "temperar" porque dizque estábamos muy "jipatos", a Santacruz, la finca de ellos en tierra fria, arriba en la montaña, era una casa muy bonita, de techo de paja con una vista impresionante sobre la sabana, cerca a Nemocón.Gloria de Obregón, Alcira de Segura y Gloria de Lopera
Me acuerdo que en unas de estas famosas vacaciones en "tierra fría", una mañana soleada, veníamos todos en patota de excursión en la montaña, con Picolino, un perro de aguas negro con blanco, al que a duras penas se le veían los ojos entre el pelero y era nuestra gran compañia, de pronto a Mauro se le ocurríó lanzar el saco rojo de lana de Patty, volando sobre un campo de cebada; ante el llanto de la niña, decidimos salir prestos y acuisiosos a buscarlo entre la cebada, el primero que salto fué el perro, a los dos segundos se nos había olvidado el saco de lana y estábamos apostando al que más tumbara, en plancha, las pocas mieces que íbamos dejando en pie por nuestra loca carrera por la victoria. Cuando Alcira se enteró y vió el campo de cebada en el piso, no sabía como ocultar nuestra travezura al Chato y a Carlos Segura, y entre brava y muerta de la risa nos protegió de la furia de este par de señores que estaban a punto de recoger la cosecha. Nada que hacer, éramos mayoría, buerleteros e insoportables. Ellos se desquitaban con los apodos que nos ponían o con el ají que nos daban diciéndonos que eran chicles. Siempre estábamos cero-cero. De las aventuras en El Zorro también tengo mucha crónica, fueron muchas y muy divertidas, apenas desayunábamos, salíamos corriendo a ver "que se nos ocurría" y allí comenzaba el día, Alcira, lo único que nos decía era "mucho cuidado y lleguen a tiempo para sentarse a la mesa", y en un segundo teníamos el mundo despelgado ante nuestros ojos en un horizonte infinito, con la cabeza llena de ideas descabelladas y algunas veces peligrosas.Ana Julia de Zorroza, Chato Segura y Guillermo Obregón
Mail de Juan Manuel Segura a Paola Aragón: Paola mil gracias por la página y por el escrito sobre mi Papá y mi Mamá y nuestra vieja amistad. he quedado gratamente sorprendido, pues no pensé que estuviesen en la memoria tan bellos recuerdos. De verdad infinitos agradecimientos. Saludos JUAN MANUEL SEGURA VARELA Pues pienso que son tantas personas las que tienen todavia latentes esos bellos recuerdos, esta mañana recibí un mail de Enrique Bejarano Victoria, escribió a mariana y a mi. Seguramente intimidido por no haber sido una amistad generacional en la época, no les escribió a ustedes directamente. Mensaje enviado por Enrique Bejarano Victoria, a Mariana y Paola Hola Paola y Mariana, Después de visualizar las fotos de los Segura, me viene a mi mente recuerdos frescos de personas muy, muy agradables, a pesar que yo personalmente no tuve con ellos una amistad cercana, pero con los pocos momentos cerca a ellos en interlaken a través de los saludos cortos cuando paraban a saludar a mis padres, fué suficiente para percibir ese sentimiento y mantenerlo así hasta el momento presente. Recuerdo mucho esa sonrisa tan especial de Alcira Segura, siempre tan cordial saludando muy expresivamente cuando pasaba en su carro frente a mi casa en Interlaken. Pequeños y simples detalles que junto a muchos mas embellecieron la vida única que todos tuvimos en Interlaken. Paola, también después de ver estas fotos en tu web, ahora recuerdo claramente a Juan Manuel y Patricia Segura por la amistad que tenían con Martha Lucia y Jorge Bejarano. Tal como Alcira y el Chato Segura, que personas también tan especiales. Todavía seguimos recibiendo de Interlaken. Gracias Alcira por su siempre expresiva amable sonrisa. Enrique Bejarano Victoria. "UNA SONRISA SIGNIFICA MUCHO. ENRRIQUECE A QUIEN LA RECIBE, SIN EMPOBRECER A QUIEN LA OFRECE. DURA UN SEGUNDO PERO NUNCA SE BORRA." DEBERIAMOS VIVIR SOLO PARA HACER FELICES A LOS NIÑOS. PAOLAJulián Varela de bachiller Cuando se graduó en el San Luis Gonzaga con los primos Juan Manuel y Patricia Segura, residentes de Interlaken, en la carrera 8 y mi papá Jaime a la entrada de la casa.